6 may 2017

INSTRUMENTOS DE GESTIÓN PARA ARBOLADO URBANO

Son numerosos los aportes que la Arboricultura Urbana ha realizado para fortalecer la elaboración de instrumentos que permitan la gestión sostenible del arbolado urbano, a saber: la elección del Árbol Perfecto, las fases o etapas naturales en el desarrollo del árbol (Raimbault, P.); sobre la estructura de los árboles (Hallé, F.); el Modelo de las Zonas del Árbol (Moore, W.); el concepto de Ciclo de Vida del Árbol Urbano; entre otras. Todos estos aportes tienen como base el conocimientos de las condiciones en las que crecen los árboles en sus lugares de origen.

Robinia pseudoacacia L
Todo lo señalado se sustenta en el conocimiento de la biología de los árboles (citología, fisiología, botánica, dendrología, ecología general, geobotánica, etc). Es la única forma posible y disponible que permite comprender a cabalidad el funcionamiento de los árboles y la mejor forma de cultivarlos. Los árboles son seres vivos y como tales debemos manejarlos.

A continuación analizaremos dos situaciones a partir de los conceptos planteados en los párrafos anteriores.

1.-  Caracterización del Árbol en base a sus necesidades

Para conocer como manejar una determinada especie lo primero es identificar las condiciones ambientales del lugar de donde proviene, donde evolucionó y crece de forma natural. De esta forma podremos prescribir las medidas culturales que debemos considerar para conservar dicho ejemplar (árbol de una determinada especie) en las mejores condiciones. A modo de ejemplo analizaremos la especie Robinia pseudoacacia L.

Distribución Natural de Robinia spp.
La literatura señala que su lugar de origen son los Montes Apalaches, formación montañosa que tiene una longitud de 2.500 kilómetros, desde Canadá hasta Alabama. En los Apalaches centrales y del sur la temperatura media anual es de 10 a 18 ºC. La precipitación anual promedio es de 890 mm. en los valles de los Apalaches centrales, pero en las cumbres más altas de la sección sur la precipitación media anual es de 1.980 mm. (a) (ver mapa a la derecha)

La referencia respecto del clima óptimo para el cultivo de Robinia pseudoacacia L. señala condiciones similares, a saber: "El acacio crece en forma natural en regiones de clima húmedo, donde las precipitaciones anuales varían entre 1.000-1.500 mm, de los cuales un promedio de 500 a 700 mm se registran en la estación de crecimiento. Las temperaturas del mes mas cálido varían entre 20 y 27°C con máximas de 30 a 38°C y las temperaturas en el mes mas frío varían entre 2 y 8 °C, con mínimas de -10 a -25 °C. El número promedio de días libres de heladas que requiere por año varia entre 140-220, Resiste bien el frío y la sequía y necesita un periodo estival prolongado de modo que sus ramillas anuales puedan lignificar bien y resistir los efectos de fuertes heladas". 

Sin embargo, en la zona central de la Región Metropolitana de Santiago, lugar donde esta especie es ampliamente cultivada, se encuentra en las siguientes condiciones:  precipitaciones promedio de 200 mm, con cero mm. en la estación de crecimiento. A pesar de tan deplorables condiciones, ya que su disponibilidad de agua llega tan solo a 1/5 de lo que recibe en su hábitat natural, para esta especie y por alguna razón que se desconoce, ha sido prescrito el atávico método del terciado como tratamiento, lo que significa eliminar un tercio de la copa de una sola vez. El terciado significa que el árbol remanente quedará con amplias heridas producidas por los cortes de sus ramas principales, superficies por donde el árbol perderá importantes cantidades de humedad proveniente de su savia bruta.

Lo señalado ha significado para el árbol adoptar una estrategia de sobrevivencia traducida en atrincheramiento, ya que deberá sobrevivir con un mínimo de agua disponible y una reducida capacidad de transporte de nutrientes. En las siguientes imágenes se muestra la situación descrita.


En las condiciones ambientales en que se encuentra Robinia psudoacacia L. en la Región Metropolitana de Santiago no debeliminarse su copa, debido a que cualquier acción de corta de ramas, y lo escribo así porque el terciado no es poda ni la arboricultura urbana lo recomienda, significaría abrir una ventana en sus tejidos que permitiría la pérdida de agua por diferencia de potencial con la atmósfera. La escasa agua disponible no llega a la parte alta de las ramas mutiladas y solo puede abastecer escasamente a las ramas intermedias. En vez de terciado debió recibir un riego abundante por mes.

2. Avisos de Tala y Comunicaciones de Poda

El Decreto Supremo N° 327 de 1998 del Ministerio de Minería, fija el Reglamento de la Ley General de Servicios Eléctricos. Los artículos 217 y 218 de ese cuerpo legal hacen referencia a la mantención del tendido eléctrico respecto de la presencia de árboles. En ambos casos se hace referencia a que cualquier acción que emprendieren los operadores respecto del arbolado urbano, sea tala o poda, deberá ser informada a la Dirección de Vialidad o a la Municipalidad respectiva. Se señala en el documento que deberán incluir la poda o corte de árboles "utilizando técnicas adecuadas para preservar las especies arbóreas"
Fuente: elaboración propia.

La Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas señala que entre los años 1998 y 2016 ha recibido un total de 40 avisos y comunicaciones, las que se han efectuado en función del cumplimiento de los artículos 217 y 218 del DS N°327 de 1998. En el gráfico de la derecha se muestra la distribución por año del total de avisos y comunicaciones que se ha señalado. Destaca que el año 2013 se produjo la mayor cantidad de avisos, llegando a un máximo de 9 avisos a nivel nacional. No se conoce como se realizan dichos avisos y comunicaciones que señala el DS N°327 ni en que consisten.

Fuente: elaboración propia
En el gráfico ubicado al costado derecho de este párrafo, se muestra la misma información organizada por región. Llama la atención que en el caso de la Región Metropolitana de Santiago no se realizara aviso ni comunicado alguno en el período señalado, sobre todo cuando estos últimos años se han realizado severas campañas dirigidas a eliminar gran parte de las estructuras de los árboles utilizando, en el mejor de los casos, los atávicos criterios de desmoche y terciado.

Lo concreto es que por tratarse de un servicio público que toma conocimiento con anticipación de una acción que afecta a un bien público, la Dirección de Vialidad debiera pronunciarse, al menos, respecto de si dichos avisos y comunicados en el caso de poda o corte de árboles, que le han realizado los operadores de servicios eléctricos, efectivamente "utilizan técnicas adecuadas para preservar las especies arbóreas".

En todo caso sería interesante conocer la estructura y contenidos de los Planes de Gestión del Arbolado Urbano que los operadores de servicios eléctricos utilizan para presentar avisos y comunicados a la Dirección de Vialidad, todo ello en virtud del cumplimiento de lo estipulado en el DS N°327, sobre todo cuando las municipalidades, que son el otro actor señalado en ese cuerpo legal señalan desconocimiento de tales acciones, aspecto en el que a modo de ejemplo, en el siguiente video, se muestran las declaraciones de Emilio Jaramillo, Jefe de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Temuco.


 Epílogo

La arboricultura urbana se enfrenta en la actualidad a una seria disyuntiva que tiene relación con el cambio climático, lo que implica que especies que han tenido éxito en su introducción en diversos ambientes, en la actualidad necesitan un tratamiento especial. El clima ha cambiado y seguirá cambiando, situación que las afecta significativamente.

Por otro lado, el conocimiento de que dispone la arboricultura urbana se agrupa en dos ámbitos bien diferenciados, a saber: por un lado están aquellos que abordan al árbol como un ser vivo que cumple la función de proveer múltiples servicios a la ciudad. En el otro extremo están aquellos que ven al árbol como un ser estático y centran sus preocupaciones en el estudio de la madera. Cuando el árbol está vivo tiene tejidos, sistemas; la madera se obtiene del árbol muerto. Al criterio maderero por ejemplo no le importa que se produzcan heridas al árbol debido a la poda, y que por esas heridas entren hongos y consuman las células muertas de la médula. Argumentan que la madera tiene una determinada resistencia que le permitirá seguir en pie. ¿Acaso no es mejor proteger al árbol de posibles ataques e infecciones? 

Estas son algunas de las dificultades que impiden disponer de instrumentos de gestión que nos permitan diagnosticar la situación de los árboles y de cada árbol en la ciudad. Es necesario considerar la necesidad de abordar estos aspectos de forma conjunta, entre todos los actores del sector (empresas, municipalidades, servicios públicos, universidades y ONG's), de tal forma que los instrumentos de gestión que se diseñen sirvan para todas las situaciones por igual. 

En la propuesta de Ley del Árbol Urbano para Chile, se ha considerado crear un nuevo instrumento denominado Plan Forestal Urbano, el que tiene por finalidad contener la planificación de la gestión de los arboles en la ciudad, desde la arborización urbana, pasando por la mantención y cuidados culturales de los árboles urbanos, hasta el reemplazo de aquellos árboles urbanos en fase de deterioro o desmoronamiento. Esta propuesta es coherente con la definición de arboricultura urbana sostenible, entendida como el "conjunto de conocimientos, métodos y técnicas de conservación aplicables a la cría y explotación sostenible del árbol en la ciudad en toda las fases de su ciclo de vida"

Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
Experto en Arboricultura Urbana
arbol.cl@gmail.com

Nota: al lector le solicito dejar sus comentarios, ideas al respecto y aportes al pié de este artículo.



Bibliografía

c) Arboricultura Urbana. Definición de Arboricultura Urbana. Recuperado de: http://arboriculturaurbana.blogspot.cl/2016/12/definicion-de-arboricultura-urbana.html



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