A continuación presento dos consultas que se hicieron al Capítulo Hispano de la Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA) y la respuesta que entregué respecto de ese tema. Encuentro que es interesante la perspectiva que se entrega respecto del uso de cauces de ríos que atraviesan nuestras ciudades o bien para proteger arbolado que en éstos existe. Todo acompañado por efectivas políticas de descontaminación.
Primera consulta: Buen
día!! Bueno la consulta que quiero
hacerles no va en torno a algo de mi trabajo, sino más bien a una situación que
se está presentando en el Río la Silla, que es el último río vivo que le queda
a Mty. Después del paso del Huracán
Alex, la CONAGUA, decidió este año que debía desasolvar el río, darle mucha
profundidad a su cauce mediante excavación, y quitar sabinos que según estudios
dendrocronológicos tienen edades medias de 300 a 650 años. El río en su cuenca
alta, media y baja presenta un cauce mayor en episodios críticos como lo fue el
paso de "ALEX" pues las precipitaciones alcanzaron los 1000 mm, y el
cauce se aprox 800 m3 /sg, todo esto debido a que ya está totalmente
urbanizadas las laderas a su paso.
Sin embargo a mi parecer y el de algunas organizaciones civiles es que
no se debería quitar o derrumbar los sabinos que se encuentran a orillas del
cauce, ni bajar tanto la profundidad del mismo pues será afectado además el
leve manto freático, que de por sí ya está disminuyendo a causa de una baja
considerable en el coeficiente de infiltración y un aumento en los coeficientes
de escurrimiento.
No sé desde el punto de vista de la arboricultura urbana, si ustedes
tengan conocimiento de cual es el adecuado manejo del arbolado en ríos vivos
que por la urbanización quedaron inmersos en las ciudades....Que puede
ocasionar quietar sabinos tan grandes, y de esta edad.. Saludos!! (9 de octubre
de 2012 12:34)
Segunda consulta: En Morelos
tenemos un caso muy parecido que es el del río Apatlaco llamado “apeztlaco”
cuyas riberas están bordeadas de Sabinos o Ahuehuetes y muchos de ellos están
en muy malas condiciones por la contaminación del río y por los desarrollos
urbanos. Desafortunadamente en Morelos se realizaron obras que afectaron
terriblemente a los Ahuehuetes, porque las empresas contratadas son de
construcción y no les interesa cuidar los Ahuehuetes ni ningún tipo de arbolado, simplemente meten la maquinaria y se llevan por delante lo que les
“estorba”. Lo más triste del caso es que
la única que se preocupa y reclama soy yo. Entonces a mí ya me ven como una “loca”
que de todo se queja… El valemadrismo de la población es terrible. Ojala y en Morelos tuviéramos una asociación
como la que tienen en Monterrey de Reforestación Extrema que se preocupara por
este asunto.
A mí no me parece idóneo desazolvar los ríos de esta forma, hay que
cuidar los Ahuehuetes que están a sus orillas, hasta pueden ser un atractivo
turístico de algunas poblaciones por donde pasa el río teniendo un andador que
no afecte los árboles y sí permita disfrutar de su presencia en algunas riberas
del río. A lo mejor si estoy “loca”…Saludos
(10 de octubre de 2012 12:11)
RESPUESTA
Antecedentes.
En Chile una parte de la administración de los ríos está regida por el
D.S. N° 609 de 1978 (se adjunta), del Ministerio de Bienes Nacionales, cuerpo
legal que define las distintas zonas que conforman dichos cuerpos de aguas, a
saber:lecho, que es por donde pasa agua de forma permanente; cauce, que es la
superficie de tierra que es ocupada y desocupada alternativamente por agua en
sus creces periódicas ordinarias; creces extraordinarias, son aquellas crecidas del río de rara
ocurrencia, distanciadas por períodos de más de cinco años. El lecho y el cauce
son Bienes Nacionales de Uso Público. De acuerdo con el cuerpo legal más arriba
citado, corresponde al Departamento de Defensas Fluviales de la Dirección de
Obras Públicas la definición de los deslindes de los ríos, situación que debe
ser publicada por el Ministerio de Bienes Nacionales.
El lecho y el cauce son bienes nacionales de uso público. Las creces
extraordinaria son de propiedad privada. Si no están establecidas las distintas superficies que ocupa un río de acuerdo a la norma legal, es imposible que se pueda definir la superficie de
terrenos correspondientes a cauces o zonas ribereñas para la determinación de
superficies de áreas verdes y superficies de forestación que allí se pudieran
establecer.
En el caso de ríos que han sido encauzados, como por ejemplo el
Mapocho, las zonas de cauce y de creces extraordinaria que han sido quitadas al
río se han ocupado tradicionalmente como parques, pero no se ha dejado
vegetación en el cauce. En las zonas del río que se ubican aguas arriba y
que no han sido intervenidas, existe vegetación que cumple la función de
protección de riberas. Allí se han ubicado diversas áreas verdes que cumplen
también la función de protección de riberas. Debido a que muchos de nuestros
ríos son verdaderos torrentes, es común que se utilice vegetación arbórea para
proteger las riberas y también para proteger la infraestructura como bases de
puentes o bocatomas de agua para riego. Toda esa vegetación es utilizada por las personas en época estival, dando a las
riveras de los ríos un uso tradicional de carácter recreativo.
Lo que se ha hecho para regular el torrente de
nuestros ríos consiste en la creación de cauces
alternativos de gran profundidad o ancho, por donde fluya el agua que excede el cauce
natural en caso de crecidas. Estos cauces alternativos que permiten alivianar
el caudal en caso de crecidas están inmersos en áreas verdes denominadas
"Parques Inundables". El agua que contienen los cauces alternativos
regresa al río aguas abajo en zonas de crecidas que no afectan a la población.
Esta idea no es nueva en Chile. Cuando se fundó la ciudad de Santiago
al lado del río Mapocho, se conservó el estero La Cañada que corría por donde
actualmente está ubicada la Alameda, principal avenida de nuestro país. El
tema es que el estero La Cañada es un brazo de río que se inundaba
completamente con las crecidas del caudal del río Mapocho. Otro ejemplo radica en la creación del Parque
Forestal en 1910, en terrenos que habían sido quitados al río Mapocho se dejó una laguna que precisamente se inundaba cuando el río Mapocho crecía. Por razones de higiene esa laguna fue eliminada en 1940 aprox. y dichos terrenos no tiene
esa función actualmente.
Para el estero llamado Zanjón de la Aguada se hizo un sistema similar. De esta
forma el Parque La aguada absorbe las crecidas del estero zanjón. Similar sistema se está utilizando en la postergada Etapa II del Parque de Los Reyes, bajo la idea de Parque Inundable, futura área verde que se ha dado en llamar recientemente como nuevo Parque Renato Poblete, ubicado en la ribera sur del río Mapocho, entre las calles Maipú y la línea del tren.
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