30 mar 2011

INSTITUCIONALIDAD DE LA ARBORICULTURA URBANA EN CHILE


Los conceptos generales en que se basa la institucionalidad atingente a la Arboricultura o Silvicultura Urbana Chilena tienen fundamento en el conjunto de conocimientos (enfoque) que se utilizan para abordar el tema de la arboricultura urbana y en la legislación chilena relacionada con el tema. El concepto de multifuncionalidad de los árboles urbanos surge de las prioridades de política forestal provenientes de convenciones y acuerdos internacionales, tales como la Cumbre de la Tierra (1992), Protocolo de Kioto, Agenda 21, Principios para un Consenso Mundial para la Ordenación, la Conservación y el desarrollo sustentable de los bosques, entre otros.

Es claro que para referirse al tema del arbolado urbano, hasta la fecha, se ha utilizado de forma indiscriminada el concepto de áreas verdes, cuestión que corresponde solo a un subconjunto menor del territorio atingente al arbolado urbano. Pongo por ejemplo la comuna de San Ramón que contando con una superficie de 671 hectáreas y 94.906 habitantes, necesita 85,4 hectáreas de áreas verdes para llegar a 9 m2av/h. Sin embargo requiere arborizar 586 hectáreas conformadas por calles, pasajes, avenidas, jardines, sedes sociales, escuelas y tantos lugares más.


Paseo Ahumada, Santiago de Chile.
No creo que sea conveniente continuar intentando medir el efecto que producen los múltiples beneficios que genera el arbolado urbano, recurrido incesantemente, casi como si fuera un talismán o amuleto mágico, a la definición de metros cuadrados de áreas verdes que hiciera alguna vez la Organización Mundial de la Salud, entidad que bajo un enfoque higienista se ha referido a la utilidad que tienen las áreas verdes para la población que sufre de hacinamiento y otros males.


Se hace necesario entonces recurrir a indicadores como número de árboles por habitantes o  cobertura de copa según superficie comunal, tipos y especies de árboles utilizados en la forestación urbana. Existe información también para determinar captura de carbono, producción de oxígeno, desechos de ramas para producir compost, entre tantos otros.

Palma chilena en el Parque Forestal
(fructificando abundantemente)
En definitiva, el tema del arbolado urbano, su planificación, ordenamiento y  manejo, es un tema en sí mismo, que abarca todo el territorio urbano englobando al tema áreas verdes, el que de ser bien entendido y bien llevado, puede generar múltiples beneficios para la sociedad, como efectivamente ocurre en aquellas comunas donde se dispone de las herramientas e instrumentos para llevar a cabo tan delicada y apreciada tarea.

Las instituciones según nivel de la administración del estado.

Nivel Nacional
Canelos en bandejón central de la Alameda
junto a un maitén, (a pleno sol)
Nivel Regional
Plaza de Armas de Santiago.
Espino en primer plano. Al fondo Palma Chilena
Nivel Comunal

Las municipalidades, organizadas en la Asociación Chilena de Municipalidades, están representadas en 23 Comisiones Técnicas.

Peumo frente al inicio de calle San Antonio
Organismos de Investigación

De las Universidades Chilenas con actividad en esta materia, donde destacan:
  1. La Universidad de Chile con su proyecto “Conservación de las Áreas Urbanas a la Conservación de la Biodiversidad.”
  2. La Universidad de Talca con su “Diplomado en Gestión del Arbolado Urbano”.
  3. La Universidad de Concepción con el “Seminario Silvicultura Urbana”.

Cerros de Renca
1.200 hectáreas para Forestación Urbana abandonadas.

Organizaciones No Gubernamentales


(por completar)


Sector Privado




Nota: Para concretar aportes de instituciones, políticas u otro aspecto que se desea sea incluido, ruego enviarlo a santiagodelpozo@live.cl



29 mar 2011

MODIFICACIÓN PRMS 100


Carta enviada a los diarios con motivo de la modificación al PRMS 100.

Señor Director: De las cartas publicadas en su prestigioso diario respecto a la aprobación o rechazo a la propuesta de modificación del PRMS 100, se desprende que la aprobación de dicha medida,  no será por espejismos de nuevas áreas verdes construidas en cajas de río, las que serán arrasadas por las primeras crecidas torrenciales de sus cauces, menos aún por el aporte a la descontaminación del aire que respiramos, ya que se introducen nuevos largos viajes desde la periferia al centro de Santiago, ni por la eliminación de suelos agrícolas de gran valor. Tampoco es gravitante el escaso aporte de superficie para construir nuevas viviendas sociales que, según expertos en la materia, tampoco es necesaria por ser superior a dicha cifra el esfuerzo de densificación y uso de terrenos urbanos deteriorados. ¿Porqué razón objetiva o política podría votarse a favor de una propuesta, que según los expertos en distintas materias, no apunta a solucionar los problemas reales de nuestra ciudad?

Santiago JM Del Pozo Donoso
Ex Director CONAF RMS


http://arboriculturaurbana.blogspot.com

22 mar 2011

NECESIDAD DE NUEVOS INDICADORES PARA MEDIR LOS BENEFICIOS DE LOS ÁRBOLES URBANOS

La multifuncionalidad de los árboles urbanos y de los bosques urbanos, entendido este último concepto como el conjunto de árboles urbanos que existe en una comuna, se expresa en beneficios ambientales, sociales, psicológicos, culturales y económicos. Este es un tema cada vez más investigado, difundido y, por lo tanto, conocido. Sin embargo, en algunos sectores persiste aún una falta de discusión y de intercambio de conocimientos y know how, motivo por el cual han prevalecido en el tiempo ciertos conocimientos y técnicas que se originaron en el siglo XVIII, los que debieran ser , al menos revisados, a la luz de los avances que se han dado en la sociedad en los últimos 200 años.

En la actualidad, producto del proceso de Modernización del Estado, iniciado en 1994, es común que se formulen indicadores para medir los avances en la implementación de las políticas y programas gubernamentales que se han definido. Desde este punto de vista, debido a las múltiples funciones del arbolado urbano  es posible pensar en la formulación de numerosos y variados indicadores, de tal forma que podamos conocer y difundir los efectos benéficos que el arbolado urbano genera en las ciudades, tarea para la cual nos apoyaremos en la arboricultura o silvicultura urbana.

El indicador más utilizado para medir el aporte de los árboles en la ciudad es metros cuadrados de áreas verdes por habitantes, el que al parecer ha sido determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que bajo un enfoque higienista propuso definir una superficie de terreno en la que una o varias personas pudieran realizar ejercicios, descansar, recrearse, tomar aire puro, etc. A pesar de ser un indicador global que no toma en cuenta numerosos aspectos de la realidad, se ha masificado su uso y es repetido incesantemente en cualquier conversación que respecto a arbolado se suscite. Entre los aspectos que dicho indicador no considera está el que los árboles que no se encuentran en un área verde también descontaminan, fijan carbono y regulan la temperatura, a lo que se suma el hecho de que la visitación a las áreas verdes urbanas se distribuye en distintos horarios según la edad de la persona y la actividad que realiza en dicho espacio, pudiendo ser utilizado con distintos fines según el tramo horario diario en que se ocupe.

Aún no se incorporan plenamente a la planificación del arbolado urbano comunal y regional indicadores que permitan conocer cuanto CO2 y NOx están capturando los árboles urbanos. Es probable que para conocer  cuanto material particulado (PM10 y PM2,5) queda atrapado en el follaje de los árboles se tenga que estimar la superficie del follaje de los árboles de hoja perenne. Otros indicadores tendrán que dar cuenta de la  contribución a la conservación de la biodiversidad que producen los árboles urbanos en términos de especies nativas, aves, y todo tipo de animales y vegetales que son protegidos de alguna forma por los árboles urbanos.

Existen estudios que permiten conocer el ahorro en electricidad que produce el efecto de la sombra de los árboles en verano, también se ha estudiado la disminución de enfermedades respiratorias y agravamiento de enfermedades cardiovasculares en días de alta concentración de contaminantes en el aire.

Necesitamos nuevos indicadores para medir los beneficios que entregan las políticas de arboricultura o silvicultura urbana, de tal forma de conocer los avances logrados y la rentabilidad de las inversiones que en este ámbito se efectúan. Nuestras ciudades y los ciudadanos están tomando conciencia de los avances logrados por la arboricultura o silvicultura urbana, lo que significa que no encuentran respuestas en aquellos discursos y compromisos que porfiadamente continúan intentando llevar el tema verde urbano a la solución de problemas de higienización, que efectivamente existieron producto de la revolución industrial, la pobreza exacerbada y la migración rural hacia zonas urbanas.

Si bien la OMS propuso un mínimo de 9 metros cuadrados de áreas verdes urbanas/ habitante (m2av/h) y un óptimo de 15 m2av/h, también es cierto que esos estándares fueron concebidos bajo un enfoque que apuntaba al saneamiento de lugares urbanos con hacinamiento, calles estrechas, sin desagües ni preocupación por el escurrimiento del agua lluvia y la aparición de enfermedades contagiosas que se convertían en pestes. Es probable que en el mundo actual existan muchos lugares con esas características, antiguos y nuevos, en los que el desafío de la arboricultura o silvicultura urbana sea mayor. Por supuesto que los organismos que tienen la responsabilidad de urbanizar la ciudad no pueden construir mal y luego discutir sobre necesidad de más áreas verdes, pienso que sería contradictorio.

Es fundamental la formulación y promoción de indicadores adecuados que permitan conocer los avances en la implementación de políticas públicas relacionadas con arboricultura y silvicultura urbana, lo que requiere investigación, sistematización de conocimientos y, más que nada, la utilización de nuevos enfoques disponibles y herramientas que nos permitan situarnos en el mundo en que vivimos, con la mirada puesta hacia el futuro.

A modo de ejemplo  señalar que no parece acertado aplicar a la comuna de Vitacura, con sus anchas calles y veredas, sus antejardines y patios llenos de vegetación de todo tipo,  un concepto relacionado a hacinamiento, falta de espacio y contagios de enfermedades. Efectivamente, cuando se señala que la comuna de Vitacura ha alcanzado 18 metros cuadrados de áreas verdes (m2av/h) o que se ha creado en la comuna de Vitacura un nuevo “pulmón verde”, estamos diciendo que, de acuerdo a los criterios de la Organización Mundial de la Salud, (OMS) dicha comuna ha mejorado sus condiciones de mala higiene urbana, cuando en la realidad nunca ha tenido ese tipo de problemas.

Bien por Vitacura que pueda construir muchos parques, pero es necesario preguntarse ¿Dónde están los barrios de Santiago que tienen problemas de hacinamiento, falta de saneamiento, pestilencia y contagios de enfermedades? ¿Porqué existen esos lugares y como se crearon? Son precisamente esos lugares los que necesitan que les sea aplicado un criterio higienista y se definan políticas para incrementar sus metros cuadrados de áreas verdes.

No solo es erróneo el criterio de aplicación del estándar definido por la OMS, sino que donde debiera aplicarse, que es al momento de diseñar un desarrollo inmobiliario, en muchos casos no se ocupa. Por otro lado, es necesario preguntarse ¿Qué tipo de requisitos “verdes” debiera solicitarse a un nuevo desarrollo inmobiliario en una comuna como Vitacura? Es probable que Vitacura esté en condiciones de ceder a comunas pobres las nuevas áreas verdes y arborización que exige la ley a nuevos proyectos inmobiliarios.

21 mar 2011

¿QUE ES EL HIGIENISMO?


A continuación presento un extracto de dos documentos sobre aplicación de conceptos higienistas referidos a las ciudades de Bilbao, España y Valparaiso, Chile. Para mayor detalle, al pie de página se vinculan los textos originales.


El higienismo es una corriente de pensamiento desarrollada desde finales del siglo XVIII, animada principalmente por médicos. Partiendo de la consideración de la gran influencia del entorno ambiental y del medio social en el desarrollo de las enfermedades, los higienistas critican la falta de salubridad en las ciudades industriales, así como las condiciones de vida y trabajo de los empleados fabriles.

Barrio obrero en México

En 1873 el naturalista Haeckel acuñaba la palabra "ecología" para referirse al estudio de las relaciones de los seres vivos con el ambiente físico y biológico; pasarían varias décadas antes de que el hombre ocupase el lugar central de los procesos ecológicos. Sin embargo, cien años antes de Haeckel, un grupo de médicos, los llamados higienistas, se habían planteado el problema del influjo del medio ambiente en la vida del hombre desde una perspectiva que anticipa los trabajos de ecólogos, geógrafos y urbanistas.

La plasmación urbanística más significativa de esta corriente fue la propuesta de E. Howard, que con su obra - proyecto"Tomorrow: a peaceful  to real reform" de 1898, revisada en 1902 con el título "Garden Cities of tomorrow", ofreció una guía de intervención para la superación de los problemas de la vivienda y la salud de las grandes ciudades de la época.

Diseño Higienista

Dado que entre los higienistas está generalizada una concepción de la enfermedad como producto social, en los estudios de tipo epidemiológico es muy frecuente encontrar abundante información sobre el medio geográfico, económico y social.

Vale la pena señalar que a lo largo del siglo XVIII se generalizarán dos teorías que, en la centuria siguiente y unidas a las ideas que se expusieran antes, vendrán a constituir el eje teórico del paradigma de las topografías médicas. Nos referimos a la doctrina miasmática y a las teorías sociales sobre la enfermedad.

Sobre miasmas y emanaciones malignas

En Italia, G. M. Lancisi (1654-1720), citado por Urteaga, L. (1980), recogiendo algunas ideas de los iatroquímicos del siglo anterior, sobre la "fermentación" de las aguas estancadas, concederá una importancia decisiva a los "vapores" emanados de los pantanos, a los que llamara "miasmas" en orden a establecer el origen de las epidemias. Las temperaturas elevadas de la época estival, producen una "destilación química" de las aguas pantanosas; los vapores, convertidos en efluvios volátiles, son trasladados por el viento, ocasionando diversos tipos de morbidez. A estos productos inorgánicos, se unen otros seres orgánicos producto de la descomposición, formando los enigmáticos "miasmas", que difundidos por la atmósfera afectarán al organismo humano.

La miseria como reducto de enfermedades

Por la misma época en que tienen gran consideración las doctrinas miasmáticas, se originan también aquellas interpretaciones de la enfermedad como fenómeno social, que alcanzaron una amplia difusión en el siglo pasado. A finales del XVIII algunos médicos atribuirán a la pobreza, el exceso de trabajo, la mala alimentación, el hacinamiento en barrios insalubres, y otros factores de tipo económico-social, de gran relevancia para explicar el impacto de determinadas enfermedades.

Ensanche de Barcelona


Nuestro país no estuvo ajeno a las grandes epidemias, registrándose para el siglo XIX, treinta y nueve eventos de esta naturaleza, concentrándose fundamentalmente en pestes como la viruela, acompañada de escarlatina, cólera, tifus, fiebre amarilla. La más documentada para Valparaíso es la epidemia de Escarlatina de 1831-1832.

En 1790, el médico vienés J. P. Frank (1745-1821), publica un folleto de expresivo título: La miseria del pueblo, madre de enfermedades.


El enfoque "ecológico", que es el dominante en la literatura higienista durante gran parte del siglo XIX, es el sustrato teórico del paradigma de las topografías médicas. Este paradigma entra en crisis a fines del siglo XIX, los descubrimientos bacteriológicos permiten sentar sobre nuevas bases las explicaciones sobre el origen y naturaleza de las enfermedades contagiosas; lo que se ha llamado mentalidad etiopatológica.


Plano Regulador Metropolitano de Santiago


1.- Origen de los Espacios Públicos en Valparaíso: el discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX.


2.- La ideología higienista y la vivienda en Bilbao a comienzo del siglo XX.

15 mar 2011

El valor de nuestros árboles.


A continuación les presento carta que envié al diario. En cuanto se publique incorporaré los links correspondientes.

Señor Director: Las Naciones Unidas han declarado el 2011 como Año Internacional de los Bosques, oportunidad en la que se promoverá la acción internacional en pos de la ordenación sostenible, la conservación y el desarrollo de todo tipo de bosques, incluidos los árboles fuera de ellos.

Ya es parte de nuestro acervo cultural el conocimiento de las múltiples funciones que los árboles cumplen, las que tratándose de árboles urbanos se expresan también en la generación de beneficios ambientales, sociales, económicos, sicológicos y culturales, que las personas perciben y valoran.


Los elementos del logo se refieren justamente a la multifuncionalidad
de los bosques y árboles fuera del bosque
Llama la atención que cuando se trata de utilizar árboles para descontaminar el aire que respiramos, las políticas que se determinan se refieren solo al incremento de las áreas verdes, poniendo dicho desafío en términos de más metros cuadrados de áreas verdes por habitantes. Esta situación representa un dilema ya que dicho propósito implica que los árboles solo descontaminan cuando han sido establecidos al interior de un área verde. Es necesario dar una nueva mirada a la función del árbol en la ciudad, incorporando indicadores que den cuenta de su multifuncionalidad, como número de árboles por habitante, cobertura de copas según superficie comunal, calidad de la planta al ser establecida, sobrevivencia en el mediano plazo y beneficios esperados.




Aclara esta situación el hecho de que sean millones los árboles que en nuestras ciudades han sido establecidos en calles y avenidas, pasajes y paseos, los que naturalmente, muchas veces lejos de alguna área verde, sin duda alguna también capturan partículas contaminantes suspendidas en el aire, fijan CO2, generan oxígeno y nos brindan su generosa sombra en verano.

Si bien sabemos que existe un déficit de áreas verdes en la zona poniente del Gran Santiago y en muchas de nuestras ciudades a lo largo del país, debemos ser capaces de reconocer el valor del árbol como un elemento cultural fundamental para nuestra existencia, ya sea que se encuentre en áreas verdes o en veredas y bandejones, formando bosques o como parte de los árboles fuera del bosque, según indica el llamado a participar  en la celebración a la que Naciones Unidas nos está convocando.

Santiago JM Del Pozo Donoso
Arboricultura Urbana Blog.

6 mar 2011

LEGISLACIÓN ARBORICULTURA URBANA EN CHILE

La legislación que rige la arboricultura o silvicultura urbana y en general el manejo del arbolado urbano en la ciudad, entendida somo un sistema normativo que es analizado desde el punto de vista de su institucionalidad, recoge los contenidos y orientaciones del paradigma que sobre dicha actividad existía en las épocas en que fueron elaborados, aprobados y promulgados. En la revisión de la legislación vigente encontramos diversos enfoques y propósitos respecto del arbolado urbano, donde en muchos casos, el concepto de multifuncionalidad que cumple el arbolado urbano aún está ausente. 


Las competencias, funciones y atribuciones que existen respecto del arbolado urbano provienen de la legislación forestal chilena, específicamente de la Ley de Bosques de 1931, la que en esta materia entrega funciones y atribuciones directas a las municipalidades. En la mayoría de los casos restantes, las aproximaciones al arbolado urbano no son directas y se relacionan exclusivamente con conceptos como: ornato, área verde, medio ambiente libre de contaminación, árboles fuera del bosque, producción de plantas, especies perennes, descontaminación atmosférica o bien nacional de uso público. En todos estos casos es posible identificar que el arbolado urbano cumple algún rol o debería estar presente.



Es muy común que cuando se aborda el tema de la arborización urbana, debido a la falta de definiciones claras, se ocupe gran parte del tiempo abordando la situación de las áreas verdes. Esta situación es preocupante debido a que desde el punto de vista del territorio urbano las áreas verdes son una parte menor con relación al total de las superficies urbanas que pueden y deben ser arboladas. Más preocupante aún es que debido a la preponderancia que se da a las áreas verdes se ha dificultado la generación de conceptos, definiciones, instrumentos y mecanismos que permitan que la arborización urbana logre el nivel de gestión que el país necesita. Debemos recordar que son los árboles los que capturan contaminantes y que, como ya hemos señalado, generan múltiples funciones.



En diversas actividades se ha verificado que los y las profesionales que trabajan en el ámbito de la Arboricultura Urbana conocen en profundidad todos los aspectos que conlleva el paradigma de la multifuncionalidad del arbolado urbano, de tal forma que las decisiones que apoyan, promueven o adoptan, en el marco de las funciones y atribuciones que tienen asignadas, se complementan con conceptos, ideas y conocimientos de primera línea respecto de la arboricultura o silvicultura urbana, generando competencias laborales, innovaciones y un know how importante de conocer y compartir.

Funcionarios Municipales que participaron en el
Primer  Coloquio sobre Gestión Municipal del Arbolado Urbano

Legislación y Normativa

1.- Leyes Orgánicas Constitucionales:
  • Ley Nº 18.695. Orgánica Constitucional de Municipalidades.  Art. 25 señala que a la unidad encargada de la función de medio ambiente, aseo y ornato corresponderá velar por.... letra c) la construcción, conservación y administración de las áreas verdes de la comuna.
  • Ley N° 19.175 Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional. El Gobierno Regional (GORE) en conjunto con el Consejo Regional (CORE) gestionan y autorizan el acceso a financiamiento para la construcción de áreas verdes a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) o los Programas de Mejoramiento Urbano (PMU). En la Región Metropolitana se ha solicitado la transferencia de la competencia sobre áreas verdes al Gobierno Regional.

2.- Leyes, Decretos Supremos y Decretos Leyes.
  • Ley de Bosques de 1931. "Art. 12°.- Por razones de higienización y hermoseamiento las Municipalidades deberán establecer plantaciones lineales y grupos arbolados, dentro o colindante con los centros urbanos. El Gobierno premiará en la forma que determine el reglamento, a aquellas Municipalidades que hayan contribuido más eficazmente al fomento de esta clase de plantaciones." En la imagen siguiente se muestra un decreto que restringe la posibilidad de aplicar algún tipo de incentivo económico a la forestación o arborización urbana.
  • Ley Nº16.391 que crea el Ministerio de la Vivienda.
  • Ley 19.300 de Medio Ambiente. Los Planes de Descontaminación Atmosférica contienen compromisos que consideran el incremento del arbolado urbano.
  • Ley N° 16.464 que en su artículo 81 crea el Parque Metropolitano. Debido a la falta crónica de presupuesto para mantención de áreas verdes el MINVU ha entregado a este organismo la administración de diversos parques urbanos.
  • D.S. N° 891 Fija nuevo texto del Decreto con Fuerza de Ley N° 264 de 1960, que define la organización del Parque Metropolitano.
  • Decreto Nº 900 del Ministerio de Obras Públicas. (1); (2)
  • D.S. No. 95 de 2001, Ministerio Secretaria General de la Presidencia de la República. Reglamento del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental.
  • D.S. Nº 066/09, “Plan de Prevención y Descontaminación de la Región Metropolitana”. Promulgado el 30 de Marzo de 2010. Ministerio Secretaría General de Gobierno. 
  • DFL Nº458. Ley General de Urbanismo y Construcción.   Art. N° 79.- Corresponderá a las Municipalidades desarrollar las acciones necesarias para la rehabilitación y saneamiento de las poblaciones deterioradas o insalubres dentro de la comuna, en coordinación con los planes de esta misma naturaleza y planes habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Art. N° 80.- En concordancia con el objetivo expresado, la Municipalidad podrá ejecutar directamente, con cargo a su presupuesto, las siguientes acciones: ….c) ejecutar los jardines y plantaciones de las áreas verdes de uso público. La Ley contiene varias especificaciones respecto de áreas verdes.
  • D.S- 47. Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (MINVU, 2001). Artículo 4.13.7.  En los terminales de vehículos sólo podrá realizarse movimiento de pasajeros, previa autorización del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones que conste en el respectivo informe favorable …….de acuerdo a lo estipulado por el Manual de Vialidad Urbana (Redevu). En el N° 2 del  mismo artículo, titulado “Area verde y cierro” se señala que “Los terminales de vehículos y depósitos de vehículos de servicios de locomoción colectiva urbana, que se emplacen en una zona en que se admite adicionalmente el uso de suelo residencial, deberán materializar, al interior del predio, en todo el perímetro con dichas propiedades que no esté ocupado con edificaciones y en los antejardines, una franja de área verde arborizada a razón de un árbol de hoja perenne por cada 16 m2.”
  • D.F.L. N°1, Ministerio de Minería.1982.  Ley General de Servicios Eléctricos, en materia de energía Eléctrica. Art.147.- El trazado de líneas aéreas por bienes nacionales de uso público deberá efectuarse de modo que, en lo posible, no se corten o poden los árboles ubicados a lo largo del trazado de la línea. Si no existiere alternativa a la poda o corta de estos árboles, el propietario de las líneas aéreas deberá dar aviso por carta certificada, con diez días de anticipación, a la Dirección de Vialidad o a la Municipalidad, según proceda, y a los propietarios  afectados,  pactándose las indemnizaciones que correspondan, de acuerdo con lo que establezcan los reglamentos.
3.- Estatutos de la Corporación Nacional Forestal.

  • Art. N° 3º.- de los Estatutos de la Corporación Nacional Forestal señala:  El objeto de la CORPORACIÓN será contribuir a la conservación, incremento, manejo y aprovechamiento de los recursos forestales y áreas silvestres protegidas del país, y, especialmente:  
    a)  Elaborar o participar en la elaboración de los planes nacionales o regionales de desarrollo forestal que se propongan; 
    b)  Ejecutar o participar en la ejecución de los planes nacionales o regionales de desarrollo forestal que se aprueben.  
    El accionar de CONAF en el ámbito urbano utiliza los conceptos y herramientas que provee la Silvicultura Urbana.

4.- Ordenanzas Planos Reguladores. Toda la legislación existente sobre arboricultura urbana o silvicultura urbana tiene expresión concreta en la elaboración de Planes Reguladores Comunales, donde se especifica las condiciones que se debe cumplir en cada una de las zonas de las comunas. A continuación algunos documentos disponibles en Internet.
5.- Ordenanzas Municipales. Son normativa que se dicta en cumplimiento de lo estipulado en los Planes Reguladores Comunales. A continuación algunos textos disponibles en Internet respecto del arbolado urbano.

1 mar 2011

INSTITUCIONALIDAD DEL ARBOLADO URBANO


Para abordar el tema de la institucionalidad pública utilizaremos el esquema señalado por Ávila, R. (s/f), que considera la institucionalidad como un conjunto complejo e interrelacionado de tres elementos:

  1. Una ideología que sustenta y justifica un sistema normativo que, a su vez, crea una organicidad, que lo llamaremos genéricamente “saber”;
  2. Un sistema normativo, al cual denominaremos “Derecho”, y que responde directamente a un “saber”; y
  3. La institucionalidad propiamente dicha, que es la estructura que se genera con el objeto de aplicar el Derecho, a la cual denominaremos genéricamente “órganos”.



En esta oportunidad abordaremos el primer aspecto planteado que es el "saber", intentando explicitar el conjunto de conceptos que en la actualidad se utiliza para abordar el tema del arbolado urbano, su fomento y conservación. En una siguiente oportunidad abordaremos el marco legal que rige la arboricultura urbana.


En la actualidad la sociedad en su conjunto conoce y reconoce los múltiples beneficios de tipo ambiental, económico, social, psicológico y cultural, que el arbolado urbano genera, los que provienen de su propio funcionamiento individual y ecosistémico. Los árboles y arbustos son seres vivos que nacen, viven y mueren, se alimentan y reproducen, respiran  y cambian su follaje, reciben heridas y deben sobreponerse a ellas. En definitiva, el arbolado urbano debe soportar algunas de las mismas condiciones de estrés que afectan a los seres humanos que vivimos en las ciudades.
 

El paradigma señalado, viene a reemplazar los conceptos ornamental (paisajista) e higienista que desde inicios del Renacimiento se venían aplicando (y en algunos casos se sigue manteniendo) respecto del arbolado urbano, al que en los últimos años se adicionaron ciertos aspectos ambientales. El nuevo paradigma ecosistémico se constituye en un eje que ordena y orienta la toma de decisiones respecto del manejo del arbolado urbano.

La demanda de la sociedad por tener ciudades más saludables, el respeto por el equilibrio ecosistémico en el planeta y la disminución del efecto invernadero que genera el cambio climático, tienen mucho que ver con la deforestación urbana y rural. La forestación de nuestras ciudades es un imperativo sin precedente alguno, el que para ser enfrentado y abordado con éxito requeiere de una comprensión cabal de las virtudes y defectos que presenta la institucionalidad que el país se ha dado para el fomento y conservación del arbolado en la ciudad.


  


Hemos visto en este texto los conceptos modernos abordados al inicio de este texto permiten entender a cabalidad la importancia del arbolado urbano, lo que Ávila R. (s/f) señala como el "saber", el que es parte importante de los conceptos originados en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro.1992), aspectos que quedaron reflejados principalmente en la Agenda 21 y en el concepto de "Árboles Fuera del Bosque". En Chile están contenidos en el documento del Ministerio de Agricultura "Política de Estado para la Agricultura Chilena" elaborado el año 2001. También están recogidos estos conceptos en la "Política para el Fomento del Arbolado en la Ciudad" que publicó CONAF el año 2006.

En un estado de derecho, no pueden existir órganos que no provengan de las normas, por el principio de legalidad, y no pueden existir normas sin un paradigma conceptual. En otras palabras, los saberes generan derecho, el derecho crea órganos, los órganos reproducen saberes y crean normas, y se genera un círculo de interacción entre estos tres elementos. Los órganos son la materialización del Derecho, que se encargan de su aplicación, y constituyen la institucionalidad propiamente dicha. Las ideas y el Derecho, para ser aplicadas eficazmente, requieren de una institucionalidad que las garantice. En un estado de derecho, éste legitima a la autoridad, que encarna la institucionalidad, y la autoridad aplica el Derecho. 

  


El "saber" debe iluminar la formulación de políticas, las que deben contener y explicitar los nuevos paradigmas, de tal forma que todas las personas interesadas o que pueden ser afectadas por las decisiones que se adopten, con miras a llevar adelante las orientaciones contenidas en la nueva visión, puedan participar democraticamente en el proceso de formación de dichas políticas.

Finalmente señalar que en algunos países se habla también del espacio periurbano, cuestión que no está definida en la legislación chilena, que solo hace diferencia entre urbano y rural, de tal forma que la utilización del término periurbano en Chile solo se puede tomar como un refinamiento equivalente a un conjunto vacío.