28 mar 2017

EL ÁRBOL ES VIDA

Sería bueno saber cuando la poda fue situada
en el centro de la arboricultura urbana,
y fue convertida en el contenido principal a enseñar,
desplazando de las capacitaciones y relatorías
el cuidado, fomento y protección del árbol en la ciudad


La definición de árbol en la ciudad pone el acento en los múltiples beneficios que éste genera, destacando también que para lograr esa finalidad el árbol debe estar completo, sano y cumplir su ciclo de vida. La producción de madera no se encuentra entre los beneficios que el árbol genera en la ciudad. Ruego al lector que me siga en esta reflexión, porque aquí está la diferencia en el trato que se le da al árbol en la ciudad.

Me pregunto: ¿que ve el motosierrista cuando va a podar? ¿Acaso ve un árbol? o ¿Acaso ve solo madera? ¿Acaso tiene claros los beneficios que debe generar el árbol? ¿Que ve el supervisor que tiene que controlar dicho trabajo? ¿Están capacitadas estas personas para gestionar los árboles urbanos?

Existe una clara diferencia entre hablar de árbol y hablar de madera: el árbol está vivo y la madera es una materia prima que se extrae del árbol, es decir: cuando hablamos de madera estamos hablando de un árbol muerto. La Real Academia de la Lengua define madera como la "parte sólida de los árboles cubierta por la corteza" y está allí el secreto, la diferencia, de lo que ahora intentamos dilucidar.  Efectivamente, se trata de que el árbol debe morir para convertirse en madera y en la ciudad hablamos de árboles vivos y sanos.

A modo de ejemplo podríamos googlear dos términos: "casa de árboles" y "casa de madera". Como muestran las imágenes siguientes, en el primer caso el árbol está vivo y en el segundo caso el árbol está muerto, ha sido seccionado y se ha construido una casa con las partes dimensionadas de su estructura: la madera.


Es muy común que al referirse a los árboles urbanos, quienes intentan hablar de arboricultura urbana, utilicen el enfoque maderero, cuestión que es válida solo para explicar el manejo del arbolado en zonas rurales, lo que es propio de la arboricultura y de la silvicultura, que busca allí producir madera. Pero convengamos que en el caso de la arboricultura urbana no se debe utilizar el concepto madera en ningún caso, ya que corresponde a un escenario infactible de encontrar en la ciudad, o si el lector me permite decirlo, se trata de una aberración impropia de encontrar en un arboricultor urbano. Los árboles urbanos no son plantados para producir madera.

Las consecuencias

La arboricultura urbana entiende que los árboles tienen diferentes tipos de células, las que originan distintos tipos de tejidos, tienen también órganos y sistemas. Los árboles tienen una forma de crecer, una estructura y una arquitectura específica. Los árboles tienen preferencias y necesidades, cumplen etapas y participan en numerosos ciclos. Tienen depredadores y aliados y facilitan la vida a numerosas especies. En definitiva: los árboles son seres vivos complejos.

La arboricultura urbana se nutre del conocimiento proveniente de numerosas fuentes, las que estudian al árbol como un sistema vivo cuya estructura se organiza en tres niveles: macro, meso y micro. Todo el conocimiento generado que sustenta la arboricultura urbana tiene un solo objetivo: proteger al árbol, cuidar al árbol, dar mejores condiciones al árbol, fomentar al árbol. Nunca la arboricultura urbana buscará producir madera.

Pero existe otro mundo que también actúa sobre el árbol, que cuando se refiere al árbol urbano habla de la madera, del corte perfecto, de como el árbol se defiende de las heridas que se le producen, es decir: esa persona piensa que está interactuando con un sujeto que está conformado por una estructura muerta, un sólido que se puede fragmentar de la forma como se nos antoje y no pasa nada. Preguntémonos nuevamente: ¿En que piensa el motosierrista cuando tiene que podar un árbol? ¿Piensa acaso en el daño que produce?

Esta situación se expresa en la forma como se habla del árbol, no como un ser vivo sino por las características de la madera, de su madera: madera de torsión, madera de compensación, madera de tensión etc. Es inconcebible que todos estos conceptos que se enseñan en tecnología de la madera se ocupen directamente en los árboles urbanos y sin adecuación alguna. De esta forma entonces se entienden las aberraciones que vemos se cometen a los árboles urbanos, todos los días, en todos los países, con todo tipo de arboles, en todas las condiciones. Las personas que realizan estas deleznables acciones trabajan con conceptos aplicables a la madera y no con conocimientos relativos a los árboles. Basta escucharlos para darse cuenta.

Árbol desmochado, mutilado.
Cuando se ignoran las características del árbol y no se tienen en cuenta los propósitos de los árboles en las ciudades, cuando se trabaja con conocimientos provenientes del estudio de la madera o de la producción agrícola, es cuando desaparece la arboricultura urbana y observamos el mayor de los maltratos a los árboles en la ciudad. Pareciera que no importara nada: no importa el conocimiento, no importa la técnica, no importa la negación de beneficios, no importa la opinión de los vecinos, no importa la calidad ambiental de los barrios, no importan los efectos del cambio climático.

La Arboricultura Urbana es una disciplina que se nutre en primer lugar del conocimiento del árbol como un ser vivo, considerando conocimientos provenientes de la botánica, la dendrología, la fisiología vegetal, anatomía vegetal y ecología. Allí está la base que sustenta a la Arboricultura Urbana. Si Ud. quiere le puede agregar una pizca de geobotánica y de paleobotánica para conocer más sobre las especies vegetales.

Quizás con otro ejemplo podamos aclarar más la diferencia: cuando se hace una herida a un árbol, por corte de ramas, desmoche u otro tipo de mutilación, se abre una ventana para que el árbol pierda agua y se descompense, herida por donde entrarán esporas de bacterias y de hongos, insectos pondrán sus huevos y las aves abrirán huecos para alimentarse de las larvas de los insectos. Esta situación acelera la muerte del árbol, acorta su vida, reduce su ciclo de vida gravemente, en definitiva: disminuye la calidad del arbolado urbano.

Pero un enfoque maderero no da importancia a lo señalado: ninguna importancia. Para el enfoque maderero las heridas que se infringen al árbol son parte de la utilización de las herramientas que posee. ¿Que otra cosa pudiera hacer un motosierrista con un árbol? Es ese el momento de justificarse mencionando las palabras mágicas: brotes epicórmicos. Total el árbol siempre reverdece, siempre hay por allí alguna yema dormida. Puede que a quien tiene en su mente el enfoque maderero le de lo mismo al mirar las dos fotos de más abajo, pero no es normal, ni justo, ni benéfico, ni importante, ni sustentable mutilar los árboles.

Finalmente

Si trabajas con árboles y no utilizas los postulados de la arboricultura urbana, entonces solo estás dañando a los árboles y perjudicando a tu ciudad y a las personas que allí vivimos. Al podar innecesariamente, al desmochar un árbol, al mutilar los árboles, se está evitando que los árboles generen los múltiples beneficios que son capaces de proveer.

El objetivo de la arboricultura urbana es tener mejores árboles. Si cortas una rama y con esa acción facilitas el ataque de bacterias, hongos, insectos y otros daños, entonces no estas haciendo arboricultura urbana. Si plantas árboles nuevos y no los riegas dejándolos secarse al poco tiempo: entonces no estás haciendo arboricultura urbana. Si eliminas la copa de un árbol solo por el hecho de que a ti te parece que eso está bien: entonces no estás haciendo arboricultura urbana. Si cortas ramas sin sellar las heridas que has producido, entonces no estás haciendo arboricultura urbana.



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