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Portland |
Las políticas
públicas se estructuran en metas anuales y a cada meta se le asigna
uno o más indicadores, tantos de éstos como sea necesario para
considerar que dicha meta se va cumpliendo o se ha cumplido. En el
ámbito de las políticas de vegetación urbana o el subconjunto de
ésta que son las políticas de áreas verdes, acorde con la
aplicación de enfoques ornamentales e higienistas aplicados en su
gestión, sea que se trate de parques públicos o arbolado urbano, se
ha aplicado en Chile un solo indicador para medir sus resultados, a
saber: metros cuadrados de áreas verdes por habitante cuya formula
es m2AV/hab. La utilización de éste solo indicador da cuenta de la
simpleza de la meta asociada y del objetivo de la política que lo
utiliza. También es importante destacar que, en contra de lo que (se
supone que) señala la OMC, las áreas verdes en nuestro país no
necesariamente contienen vegetación, por lo cual en muchos casos,
sobre todo en la zona norte del país, cuando se habla de áreas
verdes, realmente se está hablando de espacios públicos.
Constatamos que para
vegetación urbana no se aplican en Chile otros indicadores que
tengan relación con aspectos sociales, ambientales, económicos o
culturales de las áreas verdes, del arbolado urbano o de la
vegetación natural inserta en zonas urbanas, como por ejemplo el
indicador número de árboles por habitantes cuya formula de cálculo
es N°arb/hab. Es importante destacar que las comunas tradicionales
como Santiago, Providencia y La Reina poseen entre 60.000 y 80.000
árboles urbanos, de los cuales menos del 20% de ellos se encuentra
en parques o plazas. Entre 48.000 y 64.000 árboles que crecen en
dichas comunas están establecidos en veredas y bandejones. En
algunos casos, de forma insólita, se ha llegado al extremo de medir
el arbolado urbano según una estimación de su cobertura de copas en
metros cuadrados (m2) para lograr asimilar los árboles establecidos
con el indicador metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
Significado del
indicador metros cuadrados de áreas verdes por habitante
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Plan Santiago Verde |
Algunos expertos en
vegetación urbana argumentan que es necesario que exista un estándar
que oriente la construcción de parques públicos, por lo cual
aceptan lo que la literatura señala respecto a que la Organización
Mundial de la Salud (OMS) habría propuesto, aunque no esté
comprobado, que el óptimo es disponer de 9 m2AV/hab. Es evidente que
siendo la OMS una organización dedicada a la salud humana, el
atávico enfoque higienista es el que está detrás de tal definición,
lo que consecuentemente implica que cada habitante urbano debe contar
con 9 m2 de área verde que actúe “como un pulmón” que le
provea de aire limpio para que pueda higienizarse.
Pero que significa
este indicador desde la perspectiva de la implementación de una
política pública, donde por ejemplo la política educacional bajo
un criterio de cobertura busca que todos los niños y jóvenes tengan
la posibilidad de estudiar, es decir, es una política de cobertura
total, que actúa con el criterio de un pupitre por estudiante. En el
ámbito de la vivienda se actúa de la misma forma, utilizando el
criterio de una vivienda por familia. Pero llama la atención que en
el caso de la OMS, un organismo dedicado a temas de salud proponga un
estándar de cobertura total por habitante. Detengámonos un momento
en este asunto. La OMS está señalando que sin importar la edad,
situación, movilidad, estado de salud, ingresos, todas las personas
deben disponer en todo momento de un mínimo de 9 metros cuadrados de
áreas verdes por habitante. Esos 9 m2AV/hab. deben estar disponibles
para cada habitante urbano, sea que los pueda ocupar o no los pueda
ocupar, deben estar allí esperando por el visitante. Y surge la
pregunta ¿Por qué? Acaso ¿sin esos 9 m2AV/hab. las personas no
dispondrán de aire suficiente? ¿El aire viciado no se renovará por
aire limpio?
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Islamabad |
Tiendo a pensar más
bien que lo que la OMS hubiera querido decir al señalar un estándar
como el de 9 m2AV/hab., es que si una persona va a un área verde,
ésta pueda disponer allí de una superficie como la señalada, de
tal forma que no se tope con otros individuos o pueda su mirada estar
libre de un obstáculo cercano. Pero, ¿que pasa si una familia
conformada por tres personas visita un área verde, por ejemplo
madre, padre y su hijo lactante? Según la OMS cada uno tendrá
asegurado sus 9 m2AV de tal forma que cada uno se ubica en sus 9
metros cuadrados o en conjunto ocupan sus 27 metros cuadrados.
Parece necesario
conocer cual es la frecuencia con que las personas de una comuna
visitan las áreas verdes y a cuales áreas verdes van. También es
interesante conocer, entre otros tantos aspectos, por qué las
personas no visitan las áreas verdes, cuales son los motivos que
impiden que visite las áreas verdes,. Quizás sea esta una de las
vías que nos permita conocer la superficie efectiva de áreas
verdes, o mejor dicho, de vegetación urbana, que sea necesario
habilitar.
Desde la perspectiva
de la salud mental, la disciplina denominada Proxemia ha definido
algunos estándares que a continuación se señalan:
- Distancia social: se da entre 1,20 y 3,60 metros. Es la distancia que nos separa de los extraños. Se utiliza con las personas con quienes no tenemos ninguna relación amistosa, la gente que no se conoce bien. (Mariani, 2013).
- Espacio para Personas Privadas de Libertad: Las normas europeas varían desde un espacio de 4 m2 en Albania a 12 m2 en Suiza. En Chile se especifica un área de alojamiento de 6 m2 que incluye una cama individual, una ducha, un lavado, un escritorio y un estante. (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2013).
- Espacios en Oficinas: Un oficinista debiera contar con un mínimo de 2 m2 espacio libre (España), superficie que asciende a 4 m2 por persona cuando las áreas son comunes (Organización Internacional del Trabajo. OIT).
- Espacio para escuelas, en España se han definido 2 m2 por persona en aulas infantiles, 1,5 m2 por persona en el resto de las aulas, y 5 m2 por persona en los espacios diferentes a las aulas como laboratorios, talleres, gimnasios, salas de dibujo, etc. (ECU. 2012).
- Espacio en Viviendas: Por su parte, las políticas de vivienda consideran una situación de hacinamiento cuando se dispone de menos de 10 m2 construidos por persona o la cantidad de 3 personas por habitación. (Mariani, 2013). Es interesante observar que esta definición se acerca más al estándar de 9 m2AV/hab. atribuido a la OMS (ECU. 2012).
Estos ejemplos
llevan a pensar que la definición de estándares de superficies es
un asunto serio, que requiere una actitud política y profesional
responsable, que entregue la información que sustenta la definición
de tales estándares. No es posible seguir sosteniendo que la OMS
dijo tal o cual cosa sin que se conozca el sustento de tales
definiciones, su justificación y los criterios utilizados para
definirlos.
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Chendgu |
Es interesante
observar también que en el ámbito de la salud pública se ha
calculado que en caso de epidemia, los hospitales deben estar
habilitados para atender un máximo igual al 10% de la población, lo
que demuestra que el indicador para áreas verdes no concuerda con
los criterios de trabajo de los organismos del ámbito de la salud.
Por otro lado, si se trata de oxigenar los ambientes, entonces
debería indicarse cuantos árboles deberían ser establecidos en
dicha superficie. Lo mismo ocurre en el período de vacaciones donde
gran parte de la población se traslada a zonas rurales o balnearios
fuera de las urbes, época en que las áreas verdes son intensamente
utilizadas por las personas que se quedan en las ciudades, lo que
corresponde a un % más bien bajo. Ocurre esta situación también en
un fin de semana en que las personas que trabajan en comercio,
transporte o quienes están enfermos no acudirán a las áreas
verdes.
Desde otro punto de
vista se puede argumentar que las áreas verdes tienen también
distintos segmentos de usuarios durante el día: en las mañanas son
utilizadas de forma mayoritaria por deportistas; a medio día por los
adultos mayores, en la tarde por las familias y en la noche por
personas más jóvenes.
Para conocer los
avances y/o retrocesos de la gestión sustentable de la vegetación
urbana, se requiere de indicadores que den cuenta de todos los
aspectos que son prioritarios de obtener de la aplicación del
enfoque de sustentabilidad, lo que demanda la elaboración de
indicadores ambientales, sociales, económicos y culturales, que
permitan conocer en la dirección que está avanzando la gestión
sustentable en cada uno de los componentes de la vegetación urbana.
De esta forma, es necesario ubicar en su justa dimensión el
indicador metros cuadrados de áreas verdes por habitante, que hasta
ahora, de forma muy simple, se ha convertido en el objetivo de la
política de parques urbanos, situándolo en la dimensión que
realmente le corresponde ocupar, sobre todo en Chile, país que en su
legislación define que las áreas verdes pueden ser superficies que
no poseen vegetación. En definitiva, desde el punto de vista de la
política de áreas verdes, es necesario disponer de diversos
indicadores que permitan conocer los beneficios que apropian los
ciudadanos que utilizan y disfrutan de los componentes de un Sistema
Nacional de Vegetación Urbana.
Muy buen análisis, saludos de Perú!
ResponderEliminarEste artículo me ha ayudado para mi tesis, saludos desde Iquitos, Perú.
ResponderEliminarMuy útil el artículo. Sabes por casualidad en cuál documento exactamente se establece por la OMS el índice de 9 m2Av/Hab? Muchas publicaciones lo mencionan, pero en ninguna encuentro el soporte bibliográfico. Gracias
ResponderEliminarTengo entendido que es como un rumor, que alguien alguna vez lo dijo y de ahí se hagarraron, por eso la cita bibliografíca no aparece :(
EliminarDespués de más de 10 años de pesquisar el origen de este estándar no he podido encontrar la fuente, por lo que he llegado a la conclusión de que no existe un documento formal, y por lo tanto sustento, que explique dicho indicador. Incluso he consultado a varios organismos de las Naciones Unidas incluida la OMS.
ResponderEliminarSu definición no tiene relación con temas ambientales como producción de O2, captura de CO2, temperatura, nada. Tampoco con criterios sociales ni económicos. Mas bien parece originarse en alguna reunión de psicólogos que se han pasado de listos hablando respecto de estándares de proximidad de las personas en lugares públicos, lo que tampoco tiene asidero ni fundamento conocido. Saludos!!