8 may 2011

Plátano Oriental: "especie problema" que no captura contaminantes.

La Ordenanza del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, en su Artículo 5.2.1.1., titulado Recuperación de Áreas Verdes del Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación señala que en estas áreas "Se deberá utilizar especies nativas, con las protecciones y dimensiones que permitan su subsistencia". Nada más y nada menos. Debemos preguntarnos entonces cual es el organismo encargado de fiscalizar que estas instrucciones se cumplan ya que en las áreas verdes del Gran Santiago predominan las especies exóticas y de hoja caduca.

La situación descrita es particularmente grave en una ciudad tan contaminada como lo es Santiago, incluidas sus 32 comunas urbanas, y la región metropolitana completa. La foto de  más abajo muestra el cerro Manquehue observado desde un edificio ubicado en calle Balmaceda con calle Cautín, donde se observa una enorme cantidad de polución. El cerro Manquehue tiene 1638 metros de altitud, equivalente al doble que el cerro San Cristobal y casi no se ve producto de la contaminación atmosférica. Es probable que para ese mismo día los registros de la Red  MACAM muestren valores que indiquen que no hubo contaminación. Pero sabemos que la foto no miente.


En definitiva, sea donde sea que la nube tóxica que nos cubre haya sido arrastrada por el viento, no podemos desconocer que existe contaminación atmosférica elevada y que es permanente. Este es el motivo que justifica y sustenta el que se exija que se utilicen especies nativas en nuestra región. No es un tema de paisaje (o paisajismo) ni tampoco de contexto cultural urbano, que de cultural tiene re' poco ya que la mayor parte de las iniciativas urbanas va en contra de la naturaleza existente, sino que es un tema de cumplimiento de funciones ecosistémicas a través de las cuales los árboles nativos, que son todos de hoja perenne, proveen abundantes servicios ambientales forestales. Las fotos de más abajo explica lo señalado.


Son muchos los argumentos extraños y poco aterrizados que he escuchado tratando de justificar el no uso de especies nativas en las acciones de arborización o forestación urbana, ninguno de los cuales logra sostenerse por si solo. Las especies nativas poseen genotipos desarrollados específicamente para nuestros territorios y condiciones. En todos los lugares donde encontramos especies nativas se da la situación que se muestra en la fotografía:  se observa un individuo de maitén (maitenus boaria) verde y platano oriental con sus hojas secas, foto tomada el 29 de abril de este año, a inicios de la aplicación del Plan Operacional para la Gestión de Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica por Material Particulado.  


Uno de los factores que se repite constantemente cuando se analiza la función descontaminante de los árboles urbanos es la presencia exagerada de la especie Plátano oriental (Platanus orientalis L.) en distintos ambientes urbanos, especie que sin duda puede ser utilizada en diversas circunstancias, no obstante sabemos que Plátano oriental genera múltiples problemas, siendo uno de ellos el que su presencia evita que, en los lugares donde es necesario, se planten árboles de especies nativas chilenas. 

La situación descrita se puede explicar por: a) desconocimiento de la legislación vigente,  b) desconocimiento del funcionamiento de los árboles o c) por desconocimiento del daño que produce a la salud de los santiaguinos la contaminación atmosférica.


Aún es tiempo de enmendar. Plantemos especies nativas.

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